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Authors: Leonardo Ferrari

Tags: #Ensayo, #Referencia

Cómo conocer a las personas por su lenguaje corporal (13 page)

En el denominado «efecto Proust» el escritor francés relata en el primer volumen de «En busca del tiempo perdido» cómo el sabor, pero también el olor, de una magdalena mojada en té, fue capaz de devolver a su memoria recuerdos de su infancia que habría creído muertos para siempre:

«Nada me había recordado la vista de la pequeña magdalena, antes de que la hubiera gustado, tal vez porque, al haberlas visto después con frecuencia, sin comerlas, en las bandejas de las pastelerías, su imagen había abandonado aquellos días de Cambray para unirse a otras más recientes, tal vez porque de aquellos recuerdos abandonados, tanto tiempo fuera de la memoria, nada sobrevivía, todo se había disgregado; las formas (y también la de aquella conchita de repostería tan sensual, bajo sus devotos y severos pliegues) se habían abolido o habían perdido, adormecidas, la fuerza de expansión que les habría permitido llegar hasta la conciencia. Pero, cuando después de la muerte de las personas, después de la destrucción de las cosas, nada subsiste de un pasado antiguo, sólo el olor y el sabor (más débiles pero más vivaces, más inmateriales, más persistentes, más fieles) perduran durante mucho tiempo aún, como almas, recordando, aguardando, esperanzados, sobre la ruina de todo lo demás, portando sin flaquear sobre su gotita casi impalpable el inmenso edificio del recuerdo»
.

EJERCICIO
:

PRACTICAR
. Sigue las siguientes instrucciones. Hasta que finalice el ejercicio, no lo compartas con tu pareja. Este ejercicio te enseñara como anclar intencionalmente.

Tú eres A y tu pareja es B. Acuerda con B en conversar sobre cualquier tema banal y de interés.

Mientras B habla fíjate en cualquier comportamiento que B repita mientras habla. Puede ser un movimiento de la cabeza, o de la boca. También puede ser una frase que B repite (O lo que sea).

Una vez que hayas observado, decídete por uno de estos comportamientos en particular.

Ancla ese comportamiento que escogiste. Para anclarlo, utiliza solamente un canal.

Puedes usar por ejemplo:

  • Un movimiento de tu mano
  • Un sonido
  • Un toque a la otra persona

Ancla cada vez que notes el comportamiento que escogiste.

Ahora trata de cambiar el tema para romper el estado. Esto lo puedes hacer haciendo una pregunta tonta, etc. Una vez que hayas roto el estado, utiliza con precisión el ancla que acabaste de instalar: un toque, un sonido o una seña o imagen. Observas que repite el mismo estado emocional… Si la respuesta es si, haz anclado con éxito y si la respuesta es no, entonces vuelve repetir el procedimiento.

Otro anclaje que se emplea de forma inconsciente, pero que se puede incrementar en intensidad es realizar pequeños asentimientos de cabeza cuando la otra persona hace o dice lo que nos interesa. Cuándo no sea así, no se realiza el anclaje.

¿
Cómo se descubrieron los anclajes
?

Las anclas o anclajes se descubrieron por casualidad y la profunda observación de Richard Bandler, tal y como relata:

«Estaba yo tratando un caso de un hombre que venía enfurecido a una terapia conmigo. Y yo traté de calmarle diciéndole está bien, está bien cálmate todo se va a solucionar. Y le toqué la rodilla con mi mano derecha
.

Posteriormente hice todo lo que tenía que hacer con él. Y cuando ya había terminado mi terapia y el hombre estaba bastante bien le dije (tocándole accidentalmente con mi mano derecha nuevamente la rodilla) —bueno nos vemos en una próxima sesión—
.

En el instante que toqué con mi mano su rodilla (accidentalmente) observé que el hombre se llenaba de furia nuevamente. Como si toda mi terapia no hubiera servido de nada
.

Al ver esa respuesta me sorprendí mucho (continuó Richard Bandler) y llamé a John (Grinder) que estaba cerca por ahí
.

Le dije: —John, John, ven y observa lo que pasa con esta persona cuando le toco la rodilla—. Y yo le tocaba la rodilla y John (Grinder) y yo veíamos una respuesta de mucha ira en su rostro. Y volvía a tocarle y volvía a enrabiarse. Y una y otra vez. Tenía sus emociones en mis manos
.

Aquí había algo poderoso que acabábamos de descubrir. Así descubrimos las anclas

Este fue uno de los más increíbles descubrimientos de Bandler. Y lo usamos diariamente en PNL, en forma abierta y encubierta.

Si te gusta seducir, esto te interesa

El nerviosismo, expresado por un temblor en las manos o en la voz, la confusión, olvidando nombres o fechas, que las cosas se caigan de las manos o una cierta torpeza en los movimientos, son signos de que hemos impresionado a la persona que tenemos delante.

Pero la mejor manera de saber si le interesamos a una persona es ver cómo se sitúa en relación a nosotros: si se acerca, si casualmente se sitúa a nuestro lado, si al sentarse elige un sitio cercano o si al andar acompasa su paso al nuestro, todo esto constituyen excelentes señales.

Cuando somos objeto del deseo de alguien, éste suele acercarse a nosotros mostrándose confiado y accesible, sus brazos suelen estar relajados y en posición abierta y los pies dirigidos en nuestra dirección. Si se sienta, observa cómo lo hace: si cruza las piernas y las dirige en tu dirección, si los brazos protegen el cuerpo o se muestra confiado, etc.

Son detalles que te irán dando unas pistas seguras. Si te molestas un poco en aprender el lenguaje del cuerpo, pronto podrás saber con muy poco margen de error si alguien está por ti o no.

Para ellos

Sabrás que le gustas si…

  • Te mira de reojo… y desvía la mirada al cruzarse con la tuya.
  • Cruza las piernas lentamente delante de ti.
  • Hace gestos en los que se muestran las muñecas y las palmas.
  • Se toca el pelo cuando te habla.

Para ellas

Sabrás que le gustas si…

  • Se pasa la mano por el pelo cuando te le acercas.
  • Se coloca las manos en las caderas.
  • Te mira profundamente a los ojos.
  • Su voz se hace más profunda y amable cuando se dirige a ti.
  • Trata de conseguir que la conversación sea interesante.

Gestos de coquetería

El éxito de algunas personas en encuentros sexuales con el sexo opuesto, está en relación directa con la capacidad para enviar las señales del cortejo y para reconocerlas cuando deben recibirse.

Las mujeres reconocen enseguida las señales del cortejo, así como todos los gestos, pero los hombres son mucho menos perceptivos y a menudo son totalmente ciegos al lenguaje gestual.

Con frecuencia nos preguntamos: ¿Qué gestos y movimientos del cuerpo usan las personas para comunicar su deseo de tener una relación?

Ahora haré una lista de las señales utilizadas por los dos sexos para atraer a posibles amantes. Dedicaré más espacio a las señales femeninas que a las masculinas. Ello se debe a que las mujeres tienen muchas más señales que los hombres.

Antes debo decir que el doctor Albert Scheflen descubrió que cuando una persona se encuentra en compañía de alguien del sexo opuesto, tiene lugar ciertos cambios fisiológicos: el tono muscular aumenta como preparándose para un posible encuentro sexual, las bolsas alrededor del rostro y de los ojos disminuyen, la flojedad del cuerpo también disminuye, el pecho se proyecta hacia adelante, el estómago se entra de forma automática y desaparece la postura agachada. El cuerpo adopta una posición erecta y la persona parece haber rejuvenecido.

Gestos masculinos de coquetería

Como los machos de todas las especies, el hombre se comporta con coquetería cuando se acerca una mujer: se llevará una mano a la garganta para arreglarse la corbata. Si no usa corbata, puede que alise el cuello de la camisa, se quite alguna mota de polvo imaginaria del hombro, o se arregle los gemelos, la camisa, la chaqueta o cualquier otra prenda. También es posible que se pase una mano por el cabello.

El despliegue sexual más agresivo es adoptar la postura con los pulgares en el cinturón, que destaca la zona genital. También puede girar el cuerpo hacia la mujer y desplazar un pie hacia ella, emplear la mirada íntima y sostener la mirada durante una fracción de segundo más de lo normal. Si realmente está interesado, se le dilatarán las pupilas.

Con frecuencia adoptará la postura de las manos en las caderas para destacar su dimensión física y demostrar que está listo para entrar en acción. Si está sentado o apoyado contra una pared, puede ocurrir que abra las piernas o las estire para destacar la región genital.

Por lo que se refiere a los rituales del cortejo, en la mayoría de los hombres son tan efectivos como alguien que está mirando el río y tratando de pescar golpeando al pez en la cabeza con un palo. Las mujeres, como veremos a continuación, tienen más recursos y habilidades para la pesca que los que cualquier hombre pueda llegar a adquirir.

Señales y gestos femeninos de coquetería

Las mujeres usan algunos de los gestos de coquetería de los hombres, como tocarse el cabello, alisar la ropa, colocar una mano, o ambas, en las caderas, dirigir el cuerpo y un pie hacia el hombre, las largas miradas íntimas y un intenso contacto visual.

También pueden adoptar la postura con los pulgares en el cinturón que, aunque es un gesto agresivo masculino, es empleado también por las mujeres con su típica gracia femenina: la posición de un solo pulgar en el cinturón, o saliendo de un bolso o de un bolsillo.

La excitación les dilata las pupilas y les enciende las mejillas.

Sacudir la cabeza

Se sacude la cabeza para echar el pelo hacia atrás o apartarlo de la cara. Hasta las mujeres con el pelo corto usan este gesto.

Exhibir las muñecas

La mujer interesada en un hombre exhibirá, poco a poco, la piel suave y lisa de las muñecas al compañero en potencia. Hace muchísimo tiempo que se considera la zona de la muñeca como una de las más eróticas del cuerpo. Las palmas también se exhiben al hombre mientras se habla. Para las mujeres que fuman, resulta muy fácil hacer el gesto seductor de exhibir la muñeca y la palma.

Las piernas abiertas

Cuando aparece un hombre, las piernas femeninas se abren más que cuando él no está presente. Esto ocurre tanto si la mujer está sentada como de pie, y contrasta con la actitud femenina de defenderse del ataque sexual mediante el cruce de piernas.

La ondulación de las caderas

Al caminar, la mujer acentúa la ondulación de las caderas para destacar la zona pelviana. Algunos de los gestos femeninos más sutiles, como los que siguen, se han usado siempre para hacer propaganda y vender productos y servicios.

Las miradas de reojo

Con los párpados un poco bajos, la mujer sostiene suficientemente la mirada del hombre como para que éste se dé cuenta de la situación; luego, ella desvía la mirada. Esta forma de mirar proporciona la sensación seductora de espiar y de ser espiado, y puede encender el fuego en la mayoría de los hombres normales.

La boca entreabierta y los labios húmedos

El doctor Desmond Morris describe este gesto como automático porque, según él, simboliza la zona genital femenina. Los labios pueden humedecerse con saliva o cosméticos. La mujer adquiere así un aspecto que invita a la sexualidad.

Los gestos del cruce de piernas femenino

A menudo, los hombres se sientan con las piernas abiertas para exhibir en forma agresiva la zona genital. Las mujeres, en cambio, cruzan las piernas para defender la delicada región genital.

Las mujeres usan diversas posiciones básicas del cruce de piernas para comunicar la atracción sexual:

  • Señalar con la rodilla
    : En esta posición, una pierna se dobla debajo de la otra y con la rodilla de la pierna cruzada se señala a la persona que ha despertado el interés. Es una postura muy relajada que quita formalidad a la conversación y en la que se exponen un poco los muslos.
  • Acariciar el zapato
    : Esta postura también es relajada y tiene un efecto fálico al meterse y sacarse el pie del zapato. Algunos hombres se excitan con ello.

Casi todos los hombres coinciden en que las piernas cruzadas hacen más atractiva a una mujer sentada. Es una posición que las mujeres usan conscientemente para llamar la atención.

El doctor Scheflen dice que una pierna apretada con firmeza sobre la otra da la impresión de tono muscular fuerte. Como se ha dicho antes, esto es algo que ocurre en el cuerpo cuando una persona está preparada para el acto sexual.

Otras señales que usan las mujeres son: cruzar y descruzar las piernas con lentitud frente al hombre, acariciándose suavemente los muslos: indican así el deseo de ser tocadas. A menudo se acompaña este gesto hablando en voz baja o grave.

Secuencia de seducción

Imagina que estás en una fiesta y ves a un hombre entrando en la habitación (o si eres un hombre invierte el escenario e imagina que ves a una atractiva mujer). Consciente de que tus ojos están puestos sobre él, él se mueve rápidamente entre la multitud hacia ti. Está de pie, sacando pecho y la cabeza en alto. Piensas que es bastante atractivo. Atrapas su mirada, sonríes, y miras hacia otro lado.

Vuelves a mirarlo y estableces contacto visual mientras el extraño se aproxima hacia ti. Él sonríe, te extiende la mano y se presenta. Mientras hablas, mueves suavemente la cabeza hacia un lado, te humedeces los labios con tu lengua, y luego sonríes.

Ambos se aproximan más el uno al otro. Cuando gesticulas, tu brazo se rosa casualmente con el de él. Él sonríe, luego se acomoda el cabello con sus dedos.

Cualquier palabra que sea dicha en ese escenario es mucho menos importante que el lenguaje corporal de la seducción. Las posturas, los movimientos, los gestos, las sonrisas y el contacto visual dicen mucho más. Puedes aprender a usar el lenguaje corporal para ayudarte a incrementar tu atractivo sexual.

Y puedes aprender a entender qué señales no verbales indican que ese alguien se encuentra sexualmente atraído por ti. El intrincado baile del lenguaje corporal puede enamorarlo o enamorarla completamente. Mucho de lo que vas a leer ya te tiene que sonar, lo que sucede es que ahora lo aplicarás a la seducción.

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