Read Confirmación Online

Authors: Aurora Seldon e Isla Marín

Tags: #Erótico

Confirmación (33 page)

Las uñas de Tommy arañaron su espalda, sus caderas se elevaron con frenesí.

—Más duro —pidió, aferrándose a las nalgas de Sasha para sentirlo más.

—Eres un desvergonzado, Thomas Stoker. Voy a follarte hasta que mi semen te salga por las orejas.

Cumpliendo su amenaza, Sasha comenzó a moverse de prisa, fuerte y duro, clavándose en la dorada piel hasta que la fricción fue insoportable.

—Voy a correrme, amor —anunció Tommy en medio de un espasmo.

Sus palabras fueron mágicas y Sasha las obedeció, elevándose en un éxtasis tan profundo que un sostenido gemido brotó de sus labios.

—Tommy, mi Tommy, te amo —susurró en ruso, sabiendo que no podía entenderlo—. Te amo —repitió una y otra vez, mientras se descargaba en varias sacudidas dentro del dorado cuerpo.

Con los ojos vidriosos, llevó sus manos temblorosas a la erección de Tommy y masajeó con fuerza. Se recuperó a medias, concentrándose en darle más placer y lo acarició del modo que sabía que le excitaba más, fuerte y rápido, presionando la base y subiendo rápidamente para luego repetir el movimiento. Antes de un minuto, Tommy comenzó a correrse gritando su nombre y él se inclinó para beberse todo su semen.

—Hay cosas que no se pueden desperdiciar —bromeó, besándole los labios para dejarle sentir su propio sabor. Era un gesto demasiado íntimo como para compartirlo con nadie más y lo abrazó contra su pecho, acariciándole muy despacio la espalda—. ¿En escala del uno al diez, cuánto das por el polvo? —preguntó de pronto.

—¿Ocho? —murmuró Tommy con pícara sonrisa. Le encantaba picarlo, aunque sabía que con él no se podría enfadar realmente—. Terminó muy rápido… quiero más —añadió con uno de sus típicos pucheritos.

Sasha se echó a reír.

—Eres un ninfómano.

—¿Es un modo elegante de decir que soy un puto? —Tommy rió de nuevo y se levantó para encender un cigarrillo. No fumaba mucho, pero entre Sasha y Richie le habían pegado la costumbre de fumarse uno tras un buen polvo—. Pues sí, lo soy. Y por eso me quieres.

Su mirada se nubló, pero sólo un instante. Sentado en la cama, empezó a juguetear con el cabello de Sasha mientras fumaba, disfrutando los momentos posteriores al sexo, donde ambos compartían esa clase de intimidad. El silencio continuó durante mucho rato, hasta que el cigarrillo se terminó y lo apagó sin decir nada. De pronto, volteó hacia el ruso con una mirada traviesa en los ojos.

—Es el último día que pasaremos aquí en mucho tiempo. Ven, quiero que hagamos algo.

Se vistieron deprisa y Sasha se dejó llevar, intrigado. Sabía que Tommy había tomado una decisión importante, todos sus movimientos hablaban de determinación, y se preguntó de qué se trataría. Tommy tomó de un cajón algo que Sasha no pudo ver, y sujetó su mano, para dirigirse hacia bosque.

5

La carrera de Tommy los condujo hacia el claro donde se encontraba el viejo roble, testigo de tantos encuentros, y se detuvo allí sin aliento.

—Hemos llegado —dijo, mirando a su alrededor, como si esperase que Sasha supiera lo que pensaba hacer.

El ruso avanzó hacia él, tentativamente, y entonces vio entre sus manos una navaja.

—¿Tommy?

El joven no respondió y continuó mirándolo enigmáticamente, como si quisiera que Sasha leyera su mente y descifrara su plan.

«No puedo hacerlo —pensó el ruso al instante—. Podré quererte mucho, pero no soy adivino.»

Tommy lo miró largamente sin decir nada y le tendió el puñal.

Sasha intentó adivinar, sus ojos se dirigieron hacia el roble, miró a su amigo de nuevo y entonces tuvo una idea. Interrogó sus ojos y supo lo que Tommy había pensado, porque era lo que él estaba pensando también.

—Ven. —Sasha le tendió la mano y juntos se acercaron al tronco.

La mano del ruso fue la primera en trazar con el puñal el contorno de un tosco corazón en medio del tronco.

—Alcanzaré mis sueños —susurró Tommy y tomó el puñal, para grabar allí su nombre.

Y sonrió.

—Alcanzaré mis sueños —repitió Sasha, escribiendo también su nombre.

—Es una promesa, Sasha —dijo Tommy muy seriamente. Pocas veces se mostraba tan serio—. Conseguiremos lo que más deseamos, lo haremos juntos, apoyándonos y ayudándonos cuando sea necesario.

—Lo prometo —afirmó el ruso entrelazando sus manos—. Mi sueño es muy sencillo y también muy material: quiero hacer dinero. Mucho dinero, para poder tener lo que sea, lo que jamás tuve de pequeño y… —«Para tenerte a ti, para protegerte si tu familia te abandona o si tú los abandonas a ellos, lo veo venir»—. También quiero la presidencia de Thot Labs, cuando Alex se retire. ¿Cuál es tu sueño, Tommy?

El muchacho lo miró muy serio y comenzó a decir con voz soñadora algo que no sorprendió realmente a Sasha. Lo había notado ya por varias cosas que le había oído decir. No podía esperarme otra cosa de él.

—Quiero dirigir un colegio —dijo con los ojos brillantes—, pero no un colegio ordinario. Sería un colegio diferente, donde los profesores fueran amigos de los alumnos y se ganasen su confianza, donde el respeto fuera real y no producto del temor. —Sasha supo que decía eso por Yeats, al que detestaba—. Ambos somos personas, profesores y alumnos. Somos humanos y como tales somos imperfectos, pero juntos podríamos superar nuestros defectos... y también nuestros problemas.

—Eso es cierto… —empezó Sasha, pero Tommy siguió hablando, embelesado.

—Muchos de nosotros tenemos problemas en casa, con la familia, con los amigos, con nuestros amores, en nuestra vida, en nuestra personalidad... Muchos necesitamos el conocimiento, pero también necesitamos ayuda y los profesores deberían estar para ayudar, ganarse nuestra confianza, poder acudir a ellos en estos casos. No quiero un plan de estudios, quiero darles una familia a los chicos que no la han tenido, un amigo a los que desconocen la amistad. Un amor al que ha cerrado su corazón. Quiero que crezcan como personas, sin inseguridades, sin complejos, sin temores. Ése es mi sueño.

Sasha nunca lo había visto tan bello, con los ojos brillantes por la emoción, al hablar por primera vez de su sueño. Un sueño tan distinto al suyo, tan elevado que parecía irreal… pero él sabía mejor que nadie que las cosas que en algún momento parecen inalcanzables no lo son si uno se lo propone.

—Es un hermoso sueño. Haré todo lo que esté a mi alcance para ayudarte a conseguirlo —susurró. «Todo con tal de ver siempre esa luz en tus ojos».

—Quédate a mi lado… somos los príncipes del Universo. Juntos lo haremos…

—Juntos…

Sasha lo envolvió en un abrazo estrecho y lo besó, dejando salir poco a poco sus sentimientos hacia él, pensando en ese loco sueño. Sabía que si Tommy se lo proponía era posible, nunca lo había visto tan entusiasmado. También sabía lo mucho que lo lastimaba la actitud de sus padres y lo mucho que necesitaba un amigo… Por eso siempre estuvo allí, para ayudarlo a desahogarse con una sesión intensa de sexo, o escuchando música, o simplemente hablando y escuchando.

Entonces tuvo una idea y volvió a tomar el puñal que Tommy había dejado caer al piso. Lentamente, trazó una frase debajo del corazón, mientras Tommy apoyaba el mentón en su hombro, mirando, y adivinó su sonrisa cuando por fin se definió el contorno de las letras que Sasha había tallado:

PRINCES OF THE UNIVERSE

—Es una promesa —dijo solemnemente.

Tommy lo miró entreabriendo los labios y sonrió.

—Las promesas tienen que sellarse en una ceremonia —dijo luego de un largo silencio, y le dio la espalda. Cuando se volvió, había desabotonado su camisa y la dejó caer sobre la hierba—: Sexo intenso y duro, señor Ivanov.

Abrió los brazos y en un instante Sasha estuvo de rodillas ante él, adorándolo, besando la piel dorada al tiempo que luchaba con la cremallera de su pantalón. Lo desnudó y se puso de pie para quitarse la ropa. La luna bañaba sus figuras que se fundieron en un abrazo.

Y Sasha quiso que lo tomara. Era su manera de decirle que creía en su sueño.

Casi siempre era el dominante de la relación, y aunque se habían acostado muchas veces juntos y con extraños, Tommy era el único hombre que lo había poseído.

—Fóllame, Tommy.

—Como desees —susurró el joven con voz sedienta y al momento siguiente tendió a Sasha en el suelo, llenándolo de besos.

El ruso lo dejó hacer, entregándole completamente el dominio, dejándolo torturarlo a su antojo porque quería sentirse suyo y quedarse para siempre con esa sensación.

—Eres tan hermoso —murmuró, contemplándolo con los ojos vidriosos de deseo.

—Lo soy porque me miras tú —dijo Tommy y lo comenzó a preparar lentamente. Sus manos hicieron magia sobre el pálido cuerpo sediento de deseo.

Mientras lo tomaba, Sasha se sintió invencible, invulnerable, inmortal. Por Tommy, siempre por él.

Abrazados, recuperaron poco a poco el aliento y Sasha sintió que tenía que decirle a Tommy lo que sentía. Debía decirlo o los sentimientos terminarían por desbordarlo y destrozarlo. Esa noche sentía que todo podía pasar.

—Tommy —susurró, tomándole el rostro entre las manos—. Te amo —dijo muy claramente, y repitió para asegurarse de que él lo había comprendido—. Te amo desde hace muchísimos años.

Tommy enmudeció sin creer lo que oía y lo miró con los ojos brillantes. La impresión que esas palabras le habían causado era tan fuerte que dolía. Sasha le acababa de decir que lo amaba… ¿estaría soñando? Si esto era un sueño no quería despertar.

—Yo también te amo —dijo con la voz baja y ronca; era la confirmación que había estado deseando oír y expresar tantas veces que había perdido la cuenta—. Te amo desde el primer momento que te vi, en la puerta del aula, mientras Lester Banks y sus amigotes te empujaban —suspiró tratando de afianzar su voz—. Sé que no soy digno de ti. —Le tapó los labios cuando vio que iba a protestar—. No lo niegues, lo sé… Soy demasiado puto, demasiado problemático, demasiado alto, demasiado narizón —añadió en broma—. Pero no importa… me gusta estar contigo y no me importa seguir como hasta ahora, sólo que con el valor añadido de saber que me amas… —Sonrió y sin dejarlo hablar, lo besó.

Sasha intentó protestar cuando oyó a Tommy criticarse de ese modo, pero él no se lo permitió. Mientras se besaban sintió que todo daba vueltas en su cabeza. Había pasado muchos años reprimiendo sus sentimientos y ahora que se los había confesado a Tommy con toda honestidad, se encontraba con que él quería seguir la abierta y liberal relación que llevaban. Sintió un poco de decepción, pero se recriminó. Tampoco había esperado oír cantar a los pájaros y elevarse sobre nubes rosa para ser feliz por siempre jamás. No… él no quería eso en una relación y si Tommy no se sentía preparado, no tenía caso forzar la situación. Claro que no se le ocurrió pensar que Tommy había dicho eso por que no se consideraba suficiente para él.

Poco a poco el sentido práctico volvió a apoderarse de su mente y cuando el beso se rompió, se apartó despacio y comenzó a vestirse.

Tommy había esperado quedarse un ratito allí disfrutando del momento pero al ver que Sasha comenzaba a vestirse, decidió imitarlo. Tenía la sospecha de que había metido la pata con algo que había dicho y no sabía en qué. Toda esa explosión de sentimientos lo tenía un poco avergonzado y tenía miedo de equivocarse más.

—Sasha —susurró. Temía que si levantaba la voz podría pasar algo malo—. ¿Y ahora qué? —No eran las palabras que pensaba decir, pero fue lo primero que le vino a la boca. ¿Qué iba a ser de ellos? ¿Qué harían a partir de ahora? ¿Adónde les llevaría todo eso?

—Pues… —Sasha lo abrazó e intentó sonreír—. Yo te amo, pero no sería justo pedirte que llevemos una relación formal. Aunque Oxford no está lejos, nuestras vidas cambiarán. Me iré y estaremos veintiún meses separados, quizá más… Es mucho tiempo y no puedo pedirte abstinencia, ¿verdad?

—Lo dices de una manera que parece que realmente piensas que soy un ninfómano. —Tommy hizo un mohín—. Y que yo recuerde… tú eres tan puto como yo.

Sasha sonrió, esta vez espontáneamente.

—Lo sé… pero es que nunca he tenido un motivo para no serlo. Si tuviéramos una relación formal las cosas cambiarían totalmente y yo sólo estaría contigo. Pero no es un buen momento para iniciar una relación… ya sabes lo que dicen del amor de lejos. No sería justo para ninguno de los dos.

—Entiendo —dijo Tommy. Entendía que la separación sería dura y que tanto uno como otro querrían follar más a menudo de lo que se podrían encontrar. Además, siempre existía la opción de que Sasha conociera a alguien mejor… y jamás le negaría la oportunidad de ser feliz, aunque no fuera a su lado.

—Vamos, no estés triste —dijo Sasha, acariciándole la mejilla—. Cuando termine el postgrado volveré a Thot Labs, y por lo que me ha dicho Alex, mi situación económica será distinta. Puede ser el momento de plantearnos ser novios…

«Si es que todavía me quieres o si no has encontrado a alguien mejor», pensó Tommy, pero incluso así le dedicó una radiante sonrisa.

—Ya nos preocuparemos en su momento, por ahora podemos seguir viéndonos cuando podamos —dijo, para añadir finalmente, más para convencerse a sí mismo—. Todo saldrá bien, ya lo verás.

Volvieron abrazados al dormitorio de Tommy con la promesa grabada en el tronco del viejo roble y en sus mentes. Podrían separarse por un tiempo, pero les quedarían sus sueños.

Siempre les quedarían sus sueños.

AURORA SELDON, es peruana e ingeniero de sistemas de profesión. Ha escrito
fanfiction
, historias cortas y novelas desde 2002.
Bizarro 1: Descubrimiento
es la primera parte de una saga formada por otros libros de los cuales están próximos a publicarse
Bizarro 2: Exploración, Bizarro 3: Confirmación y Bizarro 4: Efecto Mariposa
.

ISLA MARÍN es española y ha participado en dos antologías de relatos de Colección Homoerótica. Ha escrito
fanfiction
e historias cortas desde 2002, dedicándose actualmente a concluir la saga de
Bizarro
.

Para mayor información está la página web:

http://www.auroraseldon.com

Other books

The Woman From Tantoura by Radwa Ashour
Among the Ducklings by Marsh Brooks
Your Coffin or Mine? by Kimberly Raye
Upgrade Degrade by Daniel J. Kirk
Bennington Girls Are Easy by Charlotte Silver
Abner & Me by Dan Gutman
No Grown-ups Allowed by Beverly Lewis