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Authors: Michael White

El secreto de los Medici (37 page)

Aunque Giordano murió a manos de la Inquisición, hoy está considerado como el primer mártir de la ciencia y la filosofía, un hombre que se negó a retractarse de sus opiniones sobre la naturaleza del universo. Galileo tuvo perfecto conocimiento del trato prodigado a Bruno por la curia romana y no quiso seguir el mismo destino. El legado de Bruno ha ido en aumento conforme menguaba el de la Iglesia católica, pero sigue siendo anatema para la ortodoxia y todavía hoy, cuatrocientos años después de su muerte, siguen sin perdonarle sus ideas supuestamente heréticas.

Para saber más:
The Pope and the Heretic
, Michael White, Abacus, Londres, 2002.

Cosimo y los Medici

En
El secreto de los Medici
he procurado hacer una descripción del carácter y de la primera parte de la vida de Cosimo de’ Medici lo más fiel posible al personaje auténtico. Nació en Florencia en 1389. Su familia vivía realmente en una casa de la Piazza del Duomo y su padre, que se llamaba Giovanni di Bicci de’ Medici, fundó lo que en 1410 era ya un gran banco.

En realidad, Cosimo tuvo dos hermanos pequeños: Lorenzo y Pierfrancesco. En 1410 Lorenzo tenía dieciséis años y el medio hermano de Cosimo, Pierfrancesco, no nació hasta 1431, veintiún años después de los sucesos recogidos en la novela. Sin embargo, el aspecto fundamental que diferencia al Cosimo histórico del imaginario es que, en realidad, jamás realizó un viaje de descubrimiento a Macedonia ni a ningún otro lugar. Sin embargo, curiosamente, sí estuvo a punto de realizarlo. Su amigo íntimo Niccolò Niccoli trató de convencerle para que le acompañase a un viaje a Oriente, pero el padre de Cosimo se negó a permitirlo y Cosimo accedió a los deseos de su padre.

Cosimo fue un humanista. Se sentía sumamente interesado por la cultura y por el saber e hizo mucho por encender la chispa que inició el Renacimiento. Aunque él de hecho no viajó muy lejos, pagó a otros para que comprasen en su nombre cualquier cosa que pudieran encontrar en lugares muy remotos, como Macedonia.

Cosimo fue, igual que su padre, un magnífico hombre de negocios e hizo mucho por expandir los horizontes del banco familiar. Lo más importante de todo fue que se ocupó de las finanzas del Papa, un hecho esencial en la evolución de la dinastía de los Medici que le convirtió en el hombre más adinerado de su época.

Por supuesto, los Medici tenían enemigos —no la familia Tommasini— y entre ellos y otras ilustres familias italianas se producían constantes rivalidades. Una de ellas, la familia Albizzi, trató de asesinarlo y, aunque el plan fracasó, sí consiguieron meterle entre rejas en 1433. Pero un año después Cosimo regresó a Florencia y adquirió aún mayor poder e influencia. Durante los siguientes treinta años fue el verdadero señor de Florencia, aunque no tuviese ese título formalmente.

Cosimo contrajo matrimonio con Contessina de’ Bardi en 1416 y tuvieron dos hijos, Piero y Giovanni. En el momento de su fallecimiento, acaecido en 1464, Cosimo fue nombrado
Pater Patriae
, padre de la patria. Su hijo mayor, Piero, pasó a convertirse entonces en el señor de Florencia. Conocido como Piero
el Gotoso
, vivió aquejado por su mala salud y murió en 1469, apenas cinco años después que su ilustre padre. Su hijo Lorenzo llegó a ser, después de Cosimo, el Medici más admirado y exitoso de toda la dinastía. Conocido como Lorenzo
el Magnífico
, fue, al igual que su abuelo y que su padre, el primer ciudadano de Florencia y durante veintitrés años desempeñó
de facto
el papel de gobernante de la ciudad-estado, guiando a Florencia a través de un período de estabilidad y crecimiento sin precedentes.

El personaje de Contessina tal como aparece descrito en la novela no guarda prácticamente relación alguna con la esposa real de Cosimo de’ Medici. Según las crónicas oficiales, carecía de dotes físicas especiales y no fue educada por un mago como Valiani, pero sin duda fue una mujer muy inteligente y leal, entregada a Cosimo, cuyas iniciativas siempre secundó.

Para saber más:
Florencia, esplendor y declive de la casa de Medici
, Christopher Hibbert, ALMED, Granada, 2008.

Da Ponte

Antonio da Ponte fue el diseñador del puente Rialto de Venecia, terminado en 1591. La historia sobre el Diablo y la mujer y el niño de Da Ponte es una adaptación de una antigua fábula veneciana en la que el capataz de las obras de construcción del puente, Sebastiano Bortoloni, era la persona que recibía la visita de Lucifer.

La riada de Florencia

La noche del 3 de noviembre de 1966 Florencia sufrió el peor desastre natural de su larga historia. Hacia las cuatro de la madrugada un enorme volumen de agua procedente de la presa de Valdarno provocó que el Arno se saliera de su cauce. El agua arrambló con coches y árboles, entró torrencialmente en las iglesias y en los antiguos palacios y abrió ataúdes forrados de acero. Se interrumpió el suministro de gas, electricidad y agua y los relojes eléctricos de la ciudad se detuvieron a las 7.26. El agua llegó a alcanzar más de seis metros y medio de altura en algunas zonas próximas a Santa Croce.

Murieron al menos treinta personas y cincuenta mil familias se quedaron sin hogar por culpa de la riada. Además, quince mil coches quedaron flotando por las calles y seis mil comercios se vieron obligados a interrumpir su actividad. De acuerdo con las mejores estimaciones, en el espacio de unas pocas horas resultaron dañadas catorce mil obras de arte, además de entre tres y cuatro millones de libros y manuscritos.

Golem Korab

No se trata de un postre indio, sino del pico más alto de Macedonia, con casi 3.480 metros por encima del nivel del mar. La región está llena de lagos, pero no existe ningún lago Angja ni ningún monasterio en la montaña. De haber habido alguna vez un castillo por los alrededores, no ha quedado ni rastro de él.

El humanismo

Conforme Europa iba saliendo poco a poco de la nada de los Años Oscuros, la conciencia de todo lo que podría conseguirse y la convicción de que la humanidad podría hacerlo mejor de lo que lo había hecho hasta entonces se convirtieron en un acicate impresionante para el espíritu de aventura, tanto de palabra como de obra. El humanismo dio lugar a la era de los descubrimientos y a los inicios del pensamiento científico moderno, además de aportar un terreno abonado para los logros artísticos que hoy consideramos emblemáticos del Renacimiento.

La importancia de este cambio de percepción no puede subestimarse. Con unas cuantas excepciones notables, como Roger Bacon, desde la caída de Roma la gente había vivido paralizada por un sentido profundamente arraigado de la carencia de la propia valía. La idea de que el ser humano era una mera criatura de Dios, un peón en un mundo en el que las fuerzas de la naturaleza y la voluntad divina lo eran todo, un mundo en el que el individuo carecía totalmente de importancia, ocupaba el lugar central del pensamiento generalizado y se veía alentado por los dogmas cristianos. Esta manera de pensar no podía sino generar una sociedad estancada y, aunque la creencia de que Dios controlaba el universo y que estaba directamente implicado en todos los aspectos de la existencia humana dominó el pensamiento reinante hasta la revolución darwiniana, algunas figuras del Renacimiento pensaban de otra manera.

Algunos de los mayores intelectos del Renacimiento creían por completo en la idea de que había que cultivar y mimar el intelecto humano. En este cambio de paradigma podemos ver el impacto de la evolución de la filosofía platónica en lo que ha venido en llamarse la virtud humana, un principio fundamental del humanismo Activo. La filosofía platónica gira en torno al concepto de que la humanidad es capaz de encontrar a Dios desentrañando los secretos de la naturaleza. Para Platón, esto constituía el fundamento de la «inspiración» y pasó a ser un elemento esencial del pensamiento de algunos de los mejores filósofos renacentistas. Gran número de figuras excelsas e influyentes como Leonardo da Vinci, Giordano Bruno, Maquiavelo y Cosimo de’ Medici comprendieron este ideal platónico.

Muchos humanistas respaldaron la noción de que la virtud se hallaba al margen de la religión convencional y la veían como una cualidad enteramente humana, capaz de acercar al hombre a la esencia de la naturaleza. De hecho, uno de los primeros humanistas, el erudito León Bautista Alberti, escribió en cierta ocasión que aquellos que poseían virtud eran «capaces de escalar y adueñarse de todas las sublimes y excelentes cumbres».

Esta manera de pensar representó una forma revolucionaria de entender el mundo, propulsada por el gran redescubrimiento de la valía humana y por una reestructuración positiva del papel de la humanidad dentro del universo de Dios. Constituyó un elemento verdaderamente esencial del Renacimiento.

I Seguicamme
(Los Seguidores)

Se trata de una sociedad secreta inventada. Pero en la historia de Venecia abundan las sectas extrañas y las comunidades secretas. En la época de la república, Giordano Bruno participó en varios grupos escindidos de los rosacruces paneuropeos, y durante siglos Venecia fue un nexo para magos y místicos y ocultistas itinerantes.

Las autoridades venecianas eran famosas por su indulgencia para con aquellos que la Iglesia católica consideraba herejes y Venecia representó un refugio para quienes sostenían puntos de vista radicales. Muchas filosofías alternativas tuvieron la posibilidad de florecer en Venecia y los editores venecianos ampliaron las fronteras de lo que se permitía en una Europa dominada por los dogmas católicos.

El Mapamundi de Mauro

El padre Mauro fue un cartógrafo que vivió y trabajó en un monasterio de San Michele in Isola, que es el cementerio de Venecia. En
El secreto de los Medici
se elaboran los detalles de su historia, pero esta parte de la novela se fundamenta en datos reales. Entre 1457 y 1459 el padre Mauro creó, con ayuda de su ayudante Andrea Biaco, un marino cartógrafo, un mapa del mundo muy hermoso por encargo del rey Alfonso V de Portugal. El mapamundi se terminó en abril de 1459, justo unos meses antes de la muerte de Mauro. Se envió a Portugal, pero no ha llegado hasta nuestros días. Hay una copia expuesta en la Biblioteca Nazionale Marciana de Venecia.

Niccolò Niccoli

La descripción de Niccolò Niccoli que aparece en
El secreto de los Medici
es bastante fiel a lo que conocemos del auténtico personaje. En 1410, año en que se ambienta la narración, contaba cuarenta y cuatro años. Era un noble florentino que en su mocedad había sido un admirado condotiero. Era fuerte, bueno en la lucha y entendía los asuntos militares. También tenía predilección por una antigua toga roja. Pero Niccoli fue mucho más que eso. Se hizo famoso en Italia como hombre de vasta cultura que hizo mucho por fomentar el saber y los descubrimientos. Fue un gran viajero y poseyó la más grande y mejor biblioteca de Florencia. Su mayor contribución procedió de sus servicios a la literatura clásica, tanto como copista como coleccionista de manuscritos antiguos. Entre otros, tuvo en su poder obras de figuras tan destacadas como Lucrecio y Plauto. Además, es famoso por haber sido el inventor de la caligrafía itálica. Sin embargo, he modificado algunos detalles. Niccolò murió en 1437, por lo que en realidad no pudo haber mantenido relación epistolar con Contessina en la década de 1460.

Paleopatología

La paleopatología es el estudio de las enfermedades antiguas y la rama de esta disciplina conocida con el nombre de paleopatología humana está siendo cada vez más reconocida como una importante herramienta para la investigación criminal.

La evidencia más obvia de un cuerpo son las lesiones traumáticas de la variedad que sean, tales como un aplastamiento del cráneo o miembros seccionados, pero otras deformaciones más sutiles pueden indicar aflicciones tales como osteoartritis y gota. Empleando análisis químicos relativamente sencillos pueden descubrirse también algunas enfermedades (como la tuberculosis y la sífilis) a partir de restos de huesos.

Con el fin de saber más sobre el estilo de vida de un individuo y sobre las circunstancias de su muerte, el paleopatólogo recurre a la genética. Es posible extraer muestras de ADN de cuerpos en avanzado estado de descomposición, y las actuales técnicas de análisis implican que se pueden obtener resultados asombrosos a partir de muestras diminutas. Además, conforme avanza la ciencia genética, el paleopatólogo va adquiriendo herramientas más sofisticadas para estudiar los cuerpos de personas fallecidas hace cientos o incluso miles de años.

Realmente existe un Proyecto Medici, en el que trabaja un equipo de paleopatólogos dedicado a estudiar en estos momentos los cuerpos de la familia enterrada en la Capilla Medici del centro de Florencia. De hecho, la inspiración inicial para
El secreto de los Medici
vino de un artículo que leí en la página web de BBC News que describía el trabajo de este equipo de investigadores.

Edificios venecianos

Muchos de los lugares mencionados en
El secreto de los Medici
, como el Harry’s Bar, el Gritti Badoer o el Ospedale Civile, son reales, por supuesto, y se hallan en las direcciones indicadas. Los detalles históricos sobre ellos son también todo lo fieles a la realidad que ha sido posible. Sin embargo, en ocasiones me he tomado la libertad de modificar la fisonomía interna de algunos de los edificios, y en el caso de La Pietà, las obras de arte contenidas en ellos. Que yo sepa, no existió ningún Gabriel Fabacci, pero sí existe un fresco pintado por Juan Bautista Tiépolo.

La Pietà original fue construida durante el siglo XV. La iglesia actual fue diseñada en 1755 por Giorgio Massari, pero la fachada no se terminó hasta el siglo pasado. Vivaldi interpretó allí muchas de sus famosas composiciones musicales y fue su maestro de coro durante muchos años.

Para saber más: El libro más maravilloso escrito jamás sobre Venecia (y, de hecho, uno de los mejores libros que he leído y que más me han hecho disfrutar) es
Historia de Venecia
, de John Julius Norwich, ALMED, Granada, 2009.

Venecia y la peste

Como la mayoría de las antiguas ciudades de Europa, la peste asoló Venecia en numerosas ocasiones. De hecho, se podría considerar esta ciudad como un nexo para muchas enfermedades, ya que se encuentra en un cruce de caminos entre el este y el oeste y desde sus primeros días actuó como centro comercial.

La peor epidemia de peste tuvo lugar entre 1347 y 1348. Este horror pasó a conocerse como la Peste Negra y se cree que la epidemia eliminó a más de un tercio de la población de Europa. El dux Steno menciona de pasada esta peste cuando se encuentra por primera vez con Cosimo y con sus compañeros de viaje en Venecia.

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